El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un material biológico que se obtiene de la misma sangre venosa del paciente.

En los últimos años, se ha estudiado y hay mucha evidencia científica que fundamenta el beneficio del PRP en el tratamiento de lesiones crónicas del sistema músculo esquelético.

El procedimiento es sencillo. Se extrae una pequeña muestra de sangre, se centrifuga para separar los distintos componentes (glóbulos blancos, rojos, plaquetas y plasma). Una porción del centrifugado contiene plasma rico en plaquetas, que son las células que participan en la coagulación. Estas poseen un gran número de sustancias llamadas “factores de crecimiento” que promueven la migración y división celular. Estos factores tienen el potencial de estimular la respuesta reparadora de los tejidos dañados, por ejemplo en lesiones crónicas de tendones o procesos degenerativos del cartílago articular, como la artrosis.

Ese plasma se inyecta mediante guía ecográfica a nivel articular o tendinoso favoreciendo la regeneración del cartílago o disminuyendo la inflamación .

Las sesiones duran menos de una hora, generalmente se necesitan 3 para obtener buenos resultados. El beneficio se observa desde la primer sesión, siendo mas evidente a los 10 días desde la ultima y más a los 3 meses.

Esta técnica tiene como objetivo el alivio del dolor y la mejoría funcional del paciente, para todas las edades.

El PRP al ser del propio paciente, prácticamente no tiene riesgo de ocasionar reacciones adversas. Tras el tratamiento puede haber un poco de dolor en sitio de inyección.