Las técnicas miofasciales pretenden que el sistema fascial recupere la capacidad de realizar sus funciones con normalidad permitiendo al organismo la posibilidad de realizar un movimiento sincronizado y de amplitud completa, asegurando la máxima eficacia funcional con un mínimo gasto energético.

El sistema fascial del organismo forma una ininterrumpida red que envuelve todos los componentes de nuestro cuerpo. Tiene muchas e importantes funciones, suspensión, sostén y determinación de la forma de las estructuras, su protección, la nutrición de los tejidos… y por ello no es posible mantener un cuerpo saludable sin que exista un sistema fascial saludable.

La presencia de restricciones en el sistema fascial crea “incomodidades” que podrían afectar a la función de un órgano, provocar restricción de movimiento en algún segmento corporal, dolor … interfiriendo en el funcionamiento apropiado de esos sistemas corporales.